La historia de la desnutrición en África

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Considerada la cuna de la humanidad, África es, por mucho, el continente más pobre del mundo. Se estima que casi el 50 % de la población vive en extrema pobreza. Si bien se habla de una reducción en el porcentaje, hay 63 millones más de pobres si consideramos las cifras entre 1990 y 2012.

La desnutrición en el continente africano tiene diversas causas y factores. La situación política inestable en diferentes países, las guerras, el deficiente sistema de salud, la educación de baja calidad y la pobreza son algunas de las causas de la desnutrición.

Debido a la desnutrición, el organismo no dispone de los nutrientes que garanticen su correcto funcionamiento. Ergo, el sistema inmunológico es débil frente a enfermedades infecciosas. Además, los órganos no trabajan correctamente, por lo que las probabilidades de desarrollar afecciones crónicas es mayor. La muerte está al acecho.

Por otro lado, la mala alimentación también impide que los niños desarrollen un adecuado aprendizaje. Los problemas de concentración y reacción son bastante comunes en todas las edades.

Entre las enfermedades más graves tenemos la anemia, provocada, principalmente, por la ausencia de hierro, la cual causa daños irreversibles en el cerebro. Tener vitamina B12 baja también predispone a padecer anemia y problemas neurológicos. Alimentar correctamente a los recién nacidos es fundamental para evitar la enfermedad y propiciar un adecuado desarrollo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) también ha avalado el consumo de superalimentos como la moringa para incrementar la ingesta de proteínas, calcio y hierro. En 1996, la institución también reconoció a la espirulina como un superalimento contra la desnutrición y la carencia de micronutrientes.

Otra de las enfermedades más temidas es el bocio, generado por la ausencia de yodo en la dieta. La afección se caracteriza por la hinchazón de la glándula tiroides en el cuello, la cual puede ocasionar retraso mental en los niños.

Las estadísticas en el continente africano muestran que hay 257 millones de personas que pasan hambre, lo cual se traduce en uno de cada cinco individuos. La enorme desigualdad es una de las causas principales, pues las personas en situación de extrema pobreza perciben menos de 1 euro al día.

Los problemas ambientales son también deben tomarse en cuenta, pues están condicionando la producción de alimentos y un ambiente saludable para los millones de personas que dependen de sus cosechas para subsistir. Estos problemas ambientales, contrario al criterio dominante, son el resultado de su poco nivel de capitalización, pues en ausencia de capitales la industrialización y sus métodos más eficientes del uso de los recursos naturales obliga a los locales a una producción artesanal y precaria. Con poca tecnología —resultado de la poca acumulación de bienes de capital— se da gran ineficiencia del uso de materiales y por ende grandes desperdicios.

Otro punto son los interminables conflictos bélicos, responsables del éxodo de millones de personas que se desplazan para huir de las guerras y que pierden sus tierras de cultivo. Entre los grandes conflictos del siglo XXI tenemos el conflicto de Darfur, un problema de índole étnica y racial. En la década de los 80 una sequía ocasionó un conflicto entre pueblos musulmanes y minoritarios del oeste de Sudán. Hasta 2007 la contienda había sumado 400.000 muertes.

Otro conflicto se suscitó en Congo, un país formado por más de 200 grupos étnicos distintos. Esto favoreció que en 1996 diversas milicias abandonasen Ruanda y se dirigieran en la República Democrática del Congo. Así iniciaron los conflictos. Se estima que la guerra ha causado más de 4 millones de muertos desde entonces.

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