«Al escribir sobre él parece que estás hablando sobre cuatro o cinco de las más grandes mentes que jamás hayas conocido, con la única salvedad que se trata de una sola persona». Así definía David Gordon a una de las mentes más preclaras de las ciencias sociales: Murray Rothbard. No en vano, la polémica que suscitaba no le iba a la zaga de su relevancia. Y, con ello, muchas acusaciones infundadas. Valgan estos 10 mitos sobre Murray Rothbard condensados de su biografía The Enemy of the State, de Justin Raimondo, una apología sobre este gigante intelectual.
1- Rothbard no fue original.
Él nunca fue completamente original. Su teoría económica proviene de Menger y Ludwig von Mises, su visión ética de la tradición tomista-jeffersoniana, su política exterior de la vieja derecha americana y su anarquismo de la tradición americana individualista de Benjamin Tucker y de Albert Nock. Lo que Rothbard hizo fue obtener a partir de todas estas corrientes una construcción intelectual completamente nueva, sistemática y coherente para una integrada teoría de la libertad y los derechos de propiedad. Puede que Rothbard se subestimara a sí mismo.
2- Su left-libertarianism le convirtió en un izquierdista en los años 60.
Rothbard nunca fue izquierdista ni cambió sus puntos de vista fundamentales. Su período de ‘acercamiento’ a la nueva izquierda fue para conseguir reclutar personas a la causa libertaria contra el Estado policial, el sentimiento contra la guerra y la conscripción, y por la desobediencia civil. En general, no tuvo demasiado éxito en este empeño.
3- Rothbard abandonó el libertarismo por la derecha cristiana.
Rothbard escribió en publicaciones conservadoras cristianas en los primeros 50 y llegó a ver el cristianismo como una devoción por la ley alejada de un origen estatal. En escritos suyos podemos observar su querencia por el catolicismo como proclive a un anarquismo universal frente al protestantismo nacionalista-estatista. Intentó demostrar que las demandas de la derecha cristiana tenían en gran parte un componente libertario: mantener al gobierno fuera de nuestras familias, nuestras escuelas, nuestras iglesias…
4- Rothbard partió el libertarismo durante su época paleoconservadora.
Rothbard nunca fue libertario de izquierdas. Abandonó el Libertarian Party en 1989. Por ejemplo, en la convención del Libertarian Party de aquel año la gente llegó a abuchearle por defender a un candidato burgués de clase media-alta, a pesar de su radicalismo político.
5- En sus últimos años combatió a la derecha.
Esta idea está basada en los ataques del mainstream neoconservador americano a favor del Estado de bienestar y de guerra. Hay que entender que la política exterior tenía una importancia fundamental para Rothbard. Es más, tras la Guerra Fría asistió a la asunción por parte de toda la izquierda americana del «humanitarismo bélico», mientras en los 90 muchos derechistas se vieron atraídos por el pensamiento aislacionista en política exterior que Rothbard intentó avivar.
6- Rothbard no tuvo una influencia duradera.
Su influencia se extendió a todo el liberalismo clásico. Fundó el Center for Libertarian Studies, fue editor fundador del Journal of Libertarian Studies, creó la primera revista sobre economía de la escuela austriaca, inspiró la creación del Mises Institute, lideró divisiones en la organización conservadora juvenil más importante de EEUU, la Young Americans for Freedom, e incluso fue quien sugirió el nombre para el famoso Cato Institute.
7- Le encataba Khrushchev y fue objetivamente pro comunista.
Este mito circuló durante los 60 y fue avivado por el conservador William Buckley, quien escribió «Rothbard aplaudió al paso de la limusina de Khrushchev a su paso». Esta campaña difamatoria de la revista conservadora National Review se debió a que Rothbard se opuso al deseo de la revista de boicotear e impedir la visita del mandatario soviético a EEUU. Rothbard no podía sino combatir el deseo de Buckley de «una burocracia totalitaria en nuestro país» para luchar en la Guerra Fría.
8- Rothbard rompió con antiguos amigos.
Famosas son las rupturas y discrepancias que tuvo con Ayn Rand, el Libertarian Party, la derecha de Buckley o el Cato Institute. Básicamente hubo dos causas de rupturas: las que se debieron a simple envidia por el éxito intelectual de Rothbard y las traiciones personales.
9- Rothbard abandonó el libertarismo radical a partir de los 70.
Absurdo puesto que en 1978 publicó «Society without a State», La ética de la libertad en 1982 o uno de sus escritos más radicales, «World War I as Fulfillment» en 1989. Además, durante los 80 criticó severamente la política exterior de Reagan y su política económica.
10- Rothbard fue simplemente un ideólogo.
Rothbard escribió volúmenes y volúmenes de teoría económica e histórica que nada tenían que ver con la estrategia política. Sus críticos dicen que se convirtió a la escuela austriaca porque no sabía matemáticas, lo cual es absurdo teniendo en cuenta su título superior en matemáticas con los más altos honores por la Universidad de Columbia.
Nunca será suficientemente vindicado Murray Newton Rothbard, como nunca lo es ni será la libertad.
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