La libertad de elegir forja la responsabilidad moral

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Libre elección y responsabilidad moral

El libre elección abarca la idea de que los individuos tienen el poder y el derecho de determinar su propio curso de acción en la vida. La responsabilidad moral es un concepto importante relacionado con cómo las personas usan su libre elección y deben asumir la responsabilidad personal de sus acciones. Las consecuencias de los riesgos asumidos deben asumirse sin responsabilizar a otros, incluido al gobierno.

Promoción de la libre elección y la responsabilidad moral

En una sociedad libre, a las personas se les debe permitir comer, beber, fumar, consumir drogas y cualquier otra actividad que deseen, sin interferencia del gobierno, siempre que nadie más tenga sus derechos infringidos en el proceso. Este uso de la libre elección resulta en una responsabilización de la sociedad, donde las personas son libres y felices, pero aceptan plenamente las consecuencias de sus acciones.

Los deportes extremos tienen riesgos y, por lo general, se contrata un seguro para cubrir los posibles costos de ser rescatado en caso de una emergencia. De la misma manera, se puede esperar que las personas que fuman o abusan de sustancias paguen más por sus costos de atención médica en relación con las condiciones de salud resultantes.

La despenalización del uso de drogas y otros delitos sin víctimas generaría un gran ahorro en el gasto público, debido a la reducción de los costos de prisión, vigilancia y tribunales relacionados. A pesar de cualquier posible aumento en otros costos de la delincuencia y la salud, la posición general sería rentable en comparación con la criminalización.

La elección debe ser para que la haga el individuo, no el gobierno. La autodeterminación puede motivar el espíritu empresarial y promover decisiones financieras acertadas, a través de la mayor participación que la responsabilidad por las decisiones aporta a la vida de las personas.

Otro aspecto de la responsabilidad moral se relaciona con el hecho de que alguien sea considerado moralmente responsable, a pesar de que no tiene ninguna responsabilidad legal. Las consecuencias de las acciones pueden seguir independientemente, por ejemplo, de las implicaciones sociales resultantes que surgen de expresar opiniones controvertidas. Estas consecuencias legítimas pueden ser suficientes por sí mismas para inhibir a muchas personas de cometer tales acciones, sin necesidad de que existan leyes.

Problemas de interferencia del gobierno

Cuando el gobierno comienza a legislar sobre cuestiones morales, la responsabilidad personal y las libertades se reducen, lo que repercute negativamente en el libre albedrío y la responsabilidad moral. Las áreas en las que muchos gobiernos han introducido dicha legislación incluyen: libertad de expresión, blasfemia, religión, temas LGBTQ +, horario comercial, prostitución y uso de sustancias, entre otros.

Esta injerencia del gobierno restringe seriamente la libertad individual. No es apropiado que los gobiernos determinen qué es o no es moralmente aceptable en una sociedad libre y, en cambio, deberían permitir que las personas emitan sus propios juicios sobre estos asuntos. Esto conduce a una dependencia excesiva del gobierno como árbitro moral en todos los asuntos, disminuyendo gradualmente la responsabilidad personal.

La legislación y la criminalización dan como resultado una inversión significativa del dinero de los contribuyentes en la fuerza policial, el sistema legal, los tribunales y las prisiones, para el encarcelamiento de personas condenadas por delitos no violentos, a menudo sin víctimas.

No debería existir ningún papel para el gobierno en las decisiones de vida individuales.

Por qué la libre elección y la responsabilidad moral son importantes

Creemos que promover la libre elección individual y la responsabilidad moral es un paso importante hacia la construcción de un mundo más libre. Las decisiones personales que no afecten negativamente a los demás deben tomarse por cuenta y riesgo del individuo y el individuo debe aceptar las consecuencias de sus propias acciones. Tal comportamiento aumenta tanto la libertad personal como la responsabilidad.


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