El programa secreto MK-Ultra que Estados Unidos desarrolló en los 50

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Una de las preocupaciones constantes de las sociedades contemporáneas reside en conocer cuánto de su privacidad, de su esfera íntima y de su información personal está siendo extraída, manipulada y utilizada por distintos grupos de poder. Lo que en décadas pasadas todavía era materia de incredulidad, hoy prácticamente no se discute: todas las personas son susceptibles de ser espiadas.

Cuando se habla de espionaje no se puede ignorar el mediatizado e impactante proyecto MK-Ultra, desarrollado por la CIA durante casi veinte años. De forma breve

pero nítida, se hará la comparación de este complejo modelo de seguimiento y experimentación secreta con uno de los formatos actuales, aquel que se practica a través de la cibernética, los dispositivos móviles y las aplicaciones. Este cotejo permitirá ilustrar, al menos esencialmente, cómo ha cambiado el paradigma del espionaje.

EL PROYECTO MK-ULTRA

Iniciado oficialmente en 1953 y descontinuado en la década del 70’, el MK-Ultra fue un proyecto planteado y desarrollado por la CIA con múltiples propósitos, como el perfeccionamiento de métodos de confesión y tortura hasta el ‘lavado de cerebros’ de las masas, según señala el periodista Stephen Kinzeren en Poisoner in chief.

A ciertas personas se les aplicó LSD, electroshock, técnicas de privación sensorial, etcétera. En lo que respecta al espionaje y el control de masas, el boom de los estudios de las telecomunicaciones por aquellos años sirvió para pulir instrumentos y estrategias. Se recabó información de distintas perso

nas mediante la evaluación de las audiencias, filtrando propaganda cuidadosamente seleccionada en programas de televisión y analizando las reacciones del público. Los documentos desclasificados también revelaron que se suministró drogas a determinados individuos para examinar sus conductas y, en otros casos, para sonsacar respuestas a gente ‘sospechosa’.

Fue el Congreso de los Estados Unidos el que indagó y desenmascaró el MK-Ultra en 1975. Inmediatamente se generó todo tipo de polémicas, teorías y chismorreos. El carácter ‘ultrasecreto’ del proyecto contribuyó a que, luego de su desvelamiento, se hiciera objeto de infinidad de fabulaciones, convirtiéndose en un colosal escándalo.

SOCIEDADES DE CONTROL

El concepto de “sociedades de control” fue propuesto por el filósofo francés Gilles Deleuze, quien denominó así a las comunidades que entraban al siglo XXI bajo el halo de la cibernética. Este concepto se ampara en las nuevas técnicas de extracción, recopilación y manipulación de información personal sin emplear los mecanismos salvajes y ocultos del espionaje tradicional.

Actualmente no se requiere de violencia ni de inoculación de narcóticos para apelar al control de masas o al ‘lavado de cerebro’. Por ejemplo, a través de una sofisticada intervención en el funcionamiento de móviles y aplicaciones, se puede explorar y recoger información privada de los us

uarios. Muchos grupos de poder, sean particulares o gubernamentales, recurren al ataque cibernético, a los ‘Términos de privacidad’, y otros ardides para tener libre acceso a los datos personales. El espionaje a través de dispositivos móviles y aplicaciones está en boga.

No obstante, hay pequeñas acciones que minimizan la probabilidad de ser víctima de espionaje. Los teléfonos de alta calidad y los móviles de gama media disponen de hasta tres micrófonos incorporados para grabar el audio de llamadas, de videos de la cámara trasera y de la cámara frontal. Es posible desactivar el acceso de las aplicaciones que descargamos a la totalidad de los micrófonos que dispone el dispositivo y, de esta forma, proteger nuestra privacidad de inescrupulosos.

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