Alemania repatria su oro

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El miércoles 16 de enero, el banco central alemán (es decir, el Bundesbank) anunciaba que iba a repatriar parte de sus reservas de oro que se encuentran actualmente en la Fed de Nueva York y todas sus reservas de oro que tenía el Banque de France. Había repatriado previamente 940 de las 1385 toneladas de sus reservas en el Bank of England, alegando altas tasas de almacenamiento como razón (la Fed de Nueva York y el Banque de France no cobran esas tasas). Trescientas setenta y cuatro toneladas métricas se llevarán de París a Frankfurt en camiones, lo que representa un 11% de sus reservas, y 300 toneladas se enviarán desde Nueva York. Para 2020, el plan es tener el 50% de sus reservas en Frankfurt. Alemania tiene la segunda existencia más grande de oro después de EEUU y no ha comprado ni vendido oro desde 1973.

Como parte de la estrategia de la Guerra Fría, Alemania almacenó muchas de sus reservas de oro “tan al oeste como fuera posible”. Los funcionarios del Bundesbank afirman ahora que esa estrategia está anticuada. También dicen que el movimiento de vuelta del oro a Alemania pretende crear confianza en caso de una crisis de divisa en el euro. El movimiento, tal y como los reporta el Wall Street Journal, era una respuesta a “presiones desde Berlín y de una notable campaña entre la gente corriente por parte de la prensa populista, que juega con el miedo a que la crisis del euro plantee un riesgo al bienestar financiero de Alemania”.

El tema de la repatriación del oro de Alemania fue explicado en Mises.org en octubre y diciembre de 2012. Patrick Barron y Godfrey Bloom concluían que repatriar el oro es un primer paso importante y necesario para una reforma monetaria.

Esa opinión no es compartida por los economistas ortodoxos. El Journal informa: “Los economistas han visto el debate (sobre la situación del oro de Alemania) con perplejidad, considerándolo completamente alejado de la realidad, dado que el oro no ha desempeñado ningún papel oficial en la política monetaria internacional desde el colapso del acuerdo de Bretton Woods en 1973”. El Journal cita luego a Holger Schmieding, economista jefe del Berenberg Bank en Londres”. “El debate del año pasado fue absolutamente ridículo (…) movido por miedos completamente irracionales (…) No veo ninguna justificación económica o financiera para que el Bundesbank haga esto”.

Sin embargo, John P. Cochran, decano emérito de la Escuela de Negocios en la Metropolitan State University de Denver, contesta que “no todos los economistas ven esto como ridículo, particularmente los economistas austriacos. El movimiento puede ser un paso parcial hacia la restauración de una moneda fuerte, un paso que protegería potencialmente (…) a los alemanes ante riesgos para sus bienestar financiero”.

Cochran continúa: “El movimiento es quizá una razón para el optimismo de que los argumentos para una vuelta a una moneda fuerte estén empezando a tener algún impacto mínimo en llevar la discusión en una dirección positiva, pero la clave del éxito de cualquier eventual divisa respaldada por oro está en la idea de que la entrega de oro respecto de la demanda (del público en general) es esencial”. Proporciona advertencias adicionales en su artículo “Patrones ‘oro de los tontos’”.

El profesor Guido Hülsmann, alemán que enseña en la Universidad de Angers, en Francia, cuestiona el significado de las notas de prensa: “¿Por qué entonces el Bundesbank emite de repente dos notas de prensa en cuatro meses? ¿Para restregar por la cara del mundo que quiere su oro de vuelta? No creo que esto sirva para calmar a la opinión pública interna. Más bien, este es uno de los últimos resortes a los que acudir antes de quedarse completamente marginalizado dentro del consejo de gobierno del BCE. Lo están empleando de verdad, aunque traten de no ser demasiado atrevidos. En un mundo inundado por deuda, el oro es el último refugio seguro. Los banqueros centrales saben esto mejor que la mayoría de la gente, aunque tengan que simular en su trabajo diario que esas preocupaciones son irrelevantes. ¿Significa esto que la Eurozona se acerca a su final? No lo creo, pero los protagonistas ya no están jugando flojo”.

Peter Klein, de la Universidad de Missouri, apunta que “El oro es la cobertura definitiva de la inflación a largo plazo y tener oro físico es más seguro que tener un derecho legal sobre oro almacenado en otro lugar. No sabemos si el movimiento del Bundesbank es puramente simbólico o refleja preocupaciones reales, pero en todo caso es una señal importante”. Klein también apunta: “Igualmente interesante es por qué el gobierno de EEUU no está devolviendo todo el oro de una vez, sino por pasos. ¿Tiene EEUU reservas fraccionarias?”

El profesor Philipp Bagus, alemán que enseña en la Universidad Rey Juan Carlos en España y autor de La tragedia del euro, tiene también curiosidad: “Es sorprendente que (los envíos de oro) vayan a durar hasta 2020 para recuperar el oro. Esto refuerza la sospecha de que la Fed y otros bancos centrales han prestado oro para bancos de lingotes que a su vez lo han vendido rebajando su precio. Rescindir estos contratos llevará algún tiempo para no afectar al mercado del oro. La Fed necesita tiempo para recuperar su oro. Por lo que sabemos, puede que no esté allí físicamente. Probablemente esta sea la razón por la que se tardará hasta 2020”.

Sobre un punto más fundamental, Bagus apuntaba: “Por supuesto, es una buena noticia ya que, al repatriar el oro alemán, se destaca la importancia del oro para fines monetarios y se hace posible cualquier reforma monetaria que pueda querer Alemania durante la crisis del euro”.


Publicado el 31 de enero de 2013. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.