Siete cambios necesarios ahora mismo en Baltimore y Ferguson

0

Se me pregunta habitualmente qué puede hacerse para resolver el problema del “deterioro urbano” en lugares como Detroit. La pregunta normalmente se hace con agotada desesperación y encogimiento de hombros, como si no hubiera respuestas posibles. La causa de este “deterioro” es la raíz del problema y cuando la incendia la brutalidad policial, crea disturbios en ciudades como Ferguson y Baltimore. Hay todo un rango de respuestas que sabemos que funcionarán para al menos mejorar la situación.

La raíz del problema del deterioro urbano es el gobierno. Con esto en mente, quiero centrarme en siete áreas en las que si se eliminara al gobierno de la escena resolverían el problema o al menos reducirían el ámbito del problema. Algunas de estas soluciones pueden adoptarse fácilmente por otras ciudades, otras requerirían que gobiernos estatales y federal eliminaran o modificaran diversas formas de intervención. Algunos aspectos del deterioro urbano, como la profundamente arraigada del victimismo, es posible que solo puedan resolverse (como con el problema de los cada vez más viejos catedráticos titulares) un funeral cada vez.

1.     Conceder “estatus de deterioro urbano” a comunidades libres para librarla de peso muerto regulatorio

Lo que necesitamos con más trabajos “reales” porque la gente con empleo remunerado comete menos delitos. El gobierno crea todo tipo de problemas en mercados laborales además de la ley del salario mínimo. Los municipios, o la gente ilustre de la ciudad, debería poder solicitar lo que yo llamaría “estatus de deterioro urbano” para toda su ciudad o parte de ella. Ese estatus permitiría la eliminación de la ley de salario mínimo y todos los requisitos de licencia. Eliminaría además los impuestos a la propiedad y a las ventas. Esto crearía inmediatamente una ventaja competitiva para contratos laborales en la “zona de deterioro urbano”. Naturalmente, todas estas medidas son decididamente no radicales y serían consideradas “primeros pasos” que deberían aplicarse posteriormente a toda la población en toda la nación.

2.     Rebajar impuestos

Cualquier persona que viva por debajo de la línea de pobreza o cualquier otra medición relevante, debería poder optar por abandonar la Seguridad Social. Esto crearía inmediatamente una ventaja competitiva para los trabajadores urbanos, ya que los empresarios no tendrían que pagar “su parte” de los impuestos de Seguridad Social.

Esas medidas son muy necesarias, dada la alta tasa de desempleo que prevalece entre los jóvenes en las zonas urbanas, con algunas experimentando tasas de desempleo del 30% al 40% para jóvenes negros desde 2011.

3.     Dejar que los trabajadores jóvenes aprendan habilidades reales

Asimismo, los estudiantes atrapados en escuelas públicas podrían optar por abandonar los últimos tres años de instituto si pueden mantener un empleo en el que trabajen al menos treinta y dos horas por semana. Los estudiantes también podrían renunciar a las clases de tarde en los cursos siete a nueve si pueden pasar un examen básico de competencia y mantienen un trabajo a tiempo parcial.

4.     Legalizar la autodefensa

Al ocuparse del problema del crimen urbano, lo primero que tiene que hacerse es eliminar el control de armas de fuego y sus restricciones en las ciudades en las que existen. La propiedad de armas de fuego desalienta el delito y la violencia. Recientes leyes estatales que permiten a los ciudadanos portar armas de fuego han contribuido a bajadas en tasas de delincuencia en años recientes.

Además, las víctimas de los delitos reales a menudo se encuentran solos, gracias a los incentivos de la guerra contra las drogas, ya que la policía en décadas recientes han estado priorizando cada vez más la aplicación de esta por encima de los verdaderos delitos contra la propiedad, como robos y delitos violentos.

5.     Acabar la guerra contra la marihuana

Una de las reformas más importantes para reducir delitos es legalizar la marihuana. Esto reduciría los presupuestos públicos para policía, tribunales, fiscales de distrito, cárceles y prisiones. Como consecuencia, menos blancos e hispanos morirían o serían encerrados en prisiones. La ciudad de Philadelphia, por ejemplo, hizo de la posesión de marihuana la mínima prioridad para el departamento de policía y ahorró una buena cantidad de dinero como consecuencia. La tasa de delitos violentos en Colorado ha bajado desde la legalización de la marihuana.

6.     Vender propiedades municipales

Los municipios deberían realizar una verdadera privatización. Propiedades y edificios ahora controlados y mantenidos por ayuntamientos deberían entregarse al sector privado. Las áreas urbanas necesitan propiedades para cosas como escuelas privadas, estacionamientos seguros y nuevas empresas.

7.     Eliminar gradualmente el estado del bienestar

El bienestar sigue siendo una causa importante de desintegración familiar y social. Las prestaciones sociales deberían reducirse y eliminarse gradualmente y el bienestar que permanezca debería estar de inmediato con condiciones como requisitos de trabajo y tests de drogadicción.

Esperad oposición

No todos estarían contentos con estas reformas. Es fácil imaginar una gran cantidad de oposición política por parte de negocios suburbanos, grupos profesionales licenciados, sindicatos, trabajadores de cuello blanco, maestros de escuelas públicas, el sector de las prisiones privadas, sindicatos policiales, sindicatos de funcionarios y el sector farmacéutico, por nombrar unos pocos.

Hay cosas que podemos hacer inmediatamente para empezar a resolver el problema del deterioro urbano y así eliminar algunos de los factores que llevaron a disturbios como los ocurridos en Ferguson y Baltimore. Todo esto puede parecer una quimera, pero recordad que Detroit se vio obligado a la bancarrota y tuvo que recortar sus presupuestos. Hoy Detroit ya está viendo una recuperación urbana en un entorno de relativo laissez faire. La próxima crisis económica podría enviar a otras grandes ciudades atrapadas en la deuda a otra espiral mortal similar a la de Detroit. La naturaleza del gobierno le hace pensar que es la solución para cada problema. Como descubrió Detroit, es la eliminación de restricciones y edictos públicos lo que dio a la ciudad y a su empobrecida ciudadanía la oportunidad de levantarse y crear una segunda vida.


Publicado originalmente el 8 de mayo de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.