Jonathan Gullible: Capítulo 20
El Consejo de Gobierno argumentó que era injusto que algunas personas comieran mejor que otras. Así que crearon cafeterías políticas donde podían comer todos en forma gratuita.
El Consejo de Gobierno argumentó que era injusto que algunas personas comieran mejor que otras. Así que crearon cafeterías políticas donde podían comer todos en forma gratuita.
Nuestro rey me ha nombrado a mí, la tortuga, Administrador General de Correos y me autorizó a entregar todas las cartas vía terrestre. Lo siento, liebre, pero debes desistir de todas tus entregas.
Luego viene la Oficina de Malos y Buenos. Con la ayuda de contadores morales, hay que completar los formularios para explicar en detalle el buen y mal comportamiento de todos durante el año.
Atónito por las luces, y los sonidos, Jonathan merodeó en torno a la carpa. Un cartel colorido decía: “FERIA DEL CAPITOLIO: EL PABELLÓN DE LOS INTERESES ESPCIALES”.
-Pero ¿por qué no dejan que todos compren su propio arte en lugar de cobrarles impuestos para comprar lo que surge de una lotería? Así todos podrían elegir lo que les gustara.
¡No se pueden evitar los prejuicios! -gritó la mujer- ¿Por qué cree que se estaban peleando esos dos hace un rato? ¿Quiere que los bufones del Consejo elijan el prejuicio por usted?
Jonathan leyó por encima de su hombro. Los principales títulos decían: “LORES APRUEBAN LA PENA DE MUERTE CONTRA PELUQUEROS ILEGALES”.
Jonathan se quedó mirando fijo, desconcertado. Un atosigado edificio estaba en medio de dos edificios vacíos y la calle estaba llena de indigentes. Qué lío, pensó.
Con cada piedra y cada ventana rota, el vidriero tendrá un nuevo pedido, un nuevo empleo para un obrero, y una nueva demanda de herramientas.
Si lo desea, puedo arruinar a sus competidores con leyes, regulaciones, inspecciones y cuotas para que vea que no hay mejor inversión en el mundo que en un político bien ubicado.